domingo, 20 de marzo de 2016

No me mueve, mi Dios...


SONETO A JESUS CRUCIFICADO

No me mueve, mi Dios, para quererte 
el cielo que me tienes prometido, 
ni me mueve el infierno tan temido 
para dejar por eso de ofenderte.


Tú me mueves, Señor, muéveme el verte 
clavado en una cruz y escarnecido, 
muéveme ver tu cuerpo tan herido, 
muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, 
que aunque no hubiera cielo, yo te amara, 
y aunque no hubiera infierno, te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera, 
pues aunque lo que espero no esperara, 
lo mismo que te quiero te quisiera.

Bellísima versión de este soneto, que comienza con las palabras "No me mueve, mi Dios, para quererte", atribuido a Santa Teresa de Ávila, a S. Juan de la Cruz y a otros autores; pero en realidad su autor parecer ser el fraile agustino mexicano Fr. Miguel de Guevara (1585-1646)
Escucha como lo cantan:


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